Nivel C-Desierto de terror
Desperté en medio de la arena, rápidamente sentí unos extraños nervios. Me levante un tanto mareada...¿Que había ocurrido?
Antes de poder darme cuenta, un grupo de hombres armados y vestidos de soldado me habían rodeado apuntándome con sus rifles de asalto
¿Quienes eran?
Las preguntas empezaron a asaltar mi mente y ante todo las dudas, el pánico y el terror.
Me dolía la cabeza y estaba muy confusa.
¿Que diablos estaba pasando?
-Objetivo a la vista.-fueron las únicas palabras tajantes que escuche. ¿Era un objetivo? ¿Que se suponía que me iban a hacer?
Sin previo aviso mi cuerpo reacciono por mi.
Me levante, todas las armas se dirimieron casi de una manera automática hacia mi pecho y los soldados se pusieron en guardia. El resto a apenas lo recuerdo. Lo poco que logre a captar de mi misma era como desenfundaba un látigo muy extraño, un arma luminosa, que con un par de giros y mi destreza había acabado con todos mis oponentes en cuestión de segundos, lo único que quedaba era sangre y desolación.¿que es lo que acababa de hacer?
Continué caminando, hasta que un sexto sentido me advirtió de que corriera, le hice caso, no estaba equivocada. Tras unos minutos corriendo una camioneta llena de soldados me perseguía, solo a mi. Por un momento me giré y vi como me apuntaban con sus pistolas, por aquel despiste me caí, ya era su presa, pero aun así por lo visto no me iba a dejar a atrapar. Tras caerme me gire y saque una pistola que cargaba a mi izquierda en mi cintura, al otro lado estaba el látigo.
Apunte hacia la cabina en el lugar donde se posicionaba el conductor y dispare.
Aquella reacción no debieron esperarla, el camión giro debido a que el cadáver cayó sobre el volante. Un prolongado giro a mi derecha de casi 90º. Todos los que iban detrás cayeron, algunos muertos.
Me levante todo lo rápido que pude y camine decidida, me fije como algunos comenzaban a reponerse apunte la camioneta con mi pistola, con un solo disparo el vehículo estallo y mato a la gente que quedaba, el disparo no había sido al azar.
Las siguientes horas fueron un caminar eterno por un desierto angustiante, sin saber si en segundos me atacarían, pero de una cosa estaba segura, si intentaban matarme lo tendrían muy difícil.
Tras unas posibles 4 horas caminando al lado opuesto del recorrido del sol llegue a una zona un poco rocosa, habían algunos colosos formados por la naturaleza milenios atrás, pero eran mas abundantes rocas que doblaban mi altura, desfiladeros y barrancos.
Caminé por aquel lugar que casi parecía un laberinto. Me encontraba cansada, así que me apoyé, aquello fue un error. Al cabo de unos segundos la arena que había en el lugar empezo a removerse y formar unos pequeños montículos de los cuales salieron unos animales muy extraños, parecían un cruce entre un perro y un armadillo. El pelo erizado parecía púas y los grades colmillos intentaron hacerme todo el daño posible. Desenfunde el látigo e intente acabar con ellos, pero uno saltó hacia mi, lo aparte horrorizada de un manotazo, pero aun así me había logrado rasgar parte de la manga derecha con la zarpas. Finalmente los eliminé. Me acerqué a aquellos monstruos intentando satisfacer mi curiosidad y evitar que me hicieran daño si no estaban muertos del todo. Deducí que aquel pelaje como púas debía tener algún tipo de compuesto venenoso por su color morado.
Al cabo de unos segundo vi como aquellos monstruos se deshacían,como si de unos castillos de arena se tratasen, desaparecieron sin rastro.
Pero o que mas me sorprendió fue el rayo que literalmente me rozó. Vi como aquel láser perforaba la dura roca que había frente a mi. Me gire y pude divisar al otro lado del barranco una extrañas maquinas que disparaban aquellos rayos con un dispositivo láser. Si no las eliminaba me matarían.
Busqué una manera de llegar allí. Podía hacerlo caminado un poco para rodear el pequeño barranco, lo que no asustaba era su extensión, sino su altura, el problema surgía en como esquivar los rayos de aquella maquina. La única solución era correr.
Quince minutos y varios rasguños mas tarde había logrado librarme de las maquinas infernales. No sabia que hacer, mi instinto solo me dictaba caminar. El lugar me resultaba algo familiar, a pesar de no haber estado allí nunca.
La sed comenzaba a hacer mella en mi, y cada vez me sentía mas cansada y podía avanzar menos.
Me encontraba muy débil cuando me apoyé junto a unas grades piedras que me daban un poco de sombra. El sueño intento apoderarse de mi, pero de nuevo un sonido familiar hizo que se me crisparan los nervios. Ya no eran ruedas de camión, sino lo que parecía ser una especie de tanque. Lo que era inconfundible era el sonido de motores.
Los gritos de los soldados y mi cansancio me jugaron una mala pasada y me confundieron. El cansancio había hecho que bajara la guardia de manera inconsciente, así los soldados había logrado dar conmigo sin que yo me enterase. Estaba rodeada, incluso había franco tiradores. Mi sentencia de muerte había sido dictada. Los disparos anunciaban una lluvia de balas, por parte de la tropa que se encontraba en los tanques de combate, los francotiradores vendrían después. ¿Tan peligrosa soy?
Estaba confundida, intentaba cubrirme todo lo que podía, y atacar de manera mínima, aunque sabia que apenas tenia posibilidades.
Vi como daban la orden de que disparasen una especie de cohetes pequeños, querían acabar conmigo a toda costa, y eso podía incluir todo lo que había mi alrededor.
Los proyectiles se aproximaban sin piedad.
Suspiré.
Por mi mente cruzo una idea y mi modo de pensar se transformo en menos de un pestañeo.
No me dejaría coger tan fácilmente, no les daría el gusto de cogerme aunque sea viva.
De pronto recordé algunas imágenes, un proyecto de experimentación con humanos, una nueva fuerza, rebeldes, un grupo que buscaba la libertad fuera de una dictadura mundial, querer cambiar el mundo...
Sonreí, me acerque al barranco, algo me decía que todo iría bien, que nada malo pasaría, que debía confiar en mi decisión.
Me gire y vi a los francotiradores, preparándose.
Yo abrí los brazos en cruz, di un par de pasos hasta el borde y me deje caer al vacío.
No sé muy bien por que lo hice, pero algo me decía que no era la primera vez. Y aunque muriese no sufriría mas.
Mientras caía recordé una imagen mas, el rostro de un joven de cabellos negros y profundos ojos azules. Tenia una gran sonrisa que me reconfortó.
Estaba cansada, sentí como el aire me acariciaba, dejando lejos la sensación de fatiga, y los disparos sonaban lejanos, casi no parecía oírlos. Mientras caía sentía... por un momento...libertad...
¿Game over?
